Tuesday, September 14, 2010

1947: Valencia a todo color (Parte I)

A la hora de la comida, en el trabajo, nos juntamos un nutrido grupo para comer al son del Peak Oil. A pesar de la ansiedad que el tema genera, las discusiones se realizan a toda risa: es nuesto momento de terapia colectiva, ¡que el tema se las trae! Un día, Amanda, estudiante de doctorado, repitió los mordaces comentarios de su padre. Al final, le pregunté si su padre querría compartir con nosotros las experiencias de su infancia. Aquí las tenéis (en tres partes).



Mis primeros recuerdos desde los 7 años
Zona del Puerto y el Cabañal. Distrito Marítimo. Valencia

Prólogo

Quisiera puntualizar que, a pesar de que en aquellos tiempos, tanto en las fotos como en imágenes se nos muestran los episodios de la vida en "blanco y negro", la realidad no era así. Con estos mis ojos, tanto antes como ahora, lo que he visto y sigo viendo, lo es en "color", para prevenirles que este relato no les tergiverse su apreciación.

I. A pesar de las muchas carencias, la vida transcurría más tranquila.  Las necesidades eran mucho menores. Entonces todos éramos "pobres", salvo algunos privilegiados a los que llamábamos "ricos". Se vivía más la calle y, como consecuencia de ello, se facilitaban las relaciones personales entre los familiares y vecinos.


II. Las fincas eran modestas, constaban de uno o dos pisos sobre el bajo, no siendo necesarios los ascensores (salvo en fincas de más de cuatro o cinco pisos en el centro de la ciudad). El calor del verano se combatía con el botijo y los baños en la playa. Y, en invierno, el frío se combatía con la mesa camilla y el brasero.

III. La parte trasera de las casas tenía su corral o galería, en donde teniamos un gallinero. La parte de arriba con gallinas y pollos, y la de abajo para conejos. Con ello nos surtíamos de huevos y carne.


IV. Se cocinaba en fogones de carbón y posteriormente con el hornillo de petróleo - también existía el gas ciudad.

V. La nevera era un pequeño mueble con hielo troceado, un depósito de zinc con su grifo para el agua y un par de bandejas para la carne, el pescado, y la fruta.

VI. El pan que se vendía en los hornos era, y así le llamábamos por su color, "pan negro" pués, al no refinar la harina, te encontrabas con hilos del saco de arpillera que lo contenía (¡y qe no moliesen el saco junto al grano!).

VII. La comida principal era al mediodía, en donde no debía faltar un plato de caliente - arroces, legumbres, etc.- En las lechugas de la ensalada, por mucho que se lavasen, siempre te encontrabas con bichitos debido al agua de riego de las acequias, y casi toda la fruta tenía su gusano en el tronco. Las meriendas eran un trozo de pan con aceite y sal, o con chocolate de barra redonda, que era de todo menos chocolate. Las cenas, salvo en invierno que primero había una taza de caldo, el bocadillo con mezcla era lo usual. La leche para los desayunos se vendía a granel, teniendo que ir a comparla a la lechería con unos recipientes de aluminio -lecheras- y en cuya parte superior se formaba una costra de nata de más de un dedo.

VIII. Las sardinas secas, el bacalao seco. Las anchoas y el atún eran muy recurridos por ser comidas baratas.

XIX. La ropa se lavaba dejándola a remojo y luego, en una tabla de madera, se frotaba con jabón antes de aclararla y escurrirla para su tendido.

XX. Por razones económicas, la ropa se hacía durar y se pasaba de hermanos con componendas y remiendos. Eso sí, para los domingos teníamos ropa y zapatos distintos al del resto de semana, para ir "amudados".

2 comments:

  1. Gracias Quim por como has presentado el post! Amanda

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  2. Tu padre tiene mano de poeta, y letra de colegial. Es joven en el corazón.

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