Un numero no despreciable de gente con la que he hablado de temas místicos me dice que nuestra vida en el planeta tiene un objetivo. No sé si siguen las noticias. De entre los primeros recuerdos que tengo de la televisión (en blanco y negro), siempre tengo presentes dos: el final de la guerra de Vietnam y la contaminación de mercurio en Minamata. (La fotografía de la izquierda no es anónima: pertenece a Tomoko Uemura, que falleció en 1977).
Desastres humanos creados por humanos. Años más tarde aprendería que ambos tenían aún más puntos en común. La aviación americana vertió casi 80 millones de litros de herbicidas sobre la selva Vietnamita para que las tropas enemigas no pudieran esconderse bajo su frondosidad. Más de tres millones de Vietnamitas han denunciado al gobierno de Estados Unidos por ello. Nadie ha sido nunca juzgado por crímenes contra la humanidad por ello.
Seveso en Italia, La Unión Carbide y el desastre de Bhopal, y el envenenamiento por "aceite de Colza". Hace unas tres semanas, un agricultor del Maresme nos estuvo hablando del Nemacur-10, que posiblemente fue la causa: Los representantes de la Bayer les hicieron una demostración, sobre las "bondades" del nuevo producto, aplicándolo a las raíces de una tomatera infectada por nematodos. Se retiraron y sirvieron café. Sin haber acabado el café, los nematodos situados en lo más alto de la planta infectada empezaron a caer muertos. Se envenenaron unas 60000 personas, de las cuales, 1100 murieron. Más tarde, Txernobil. Luego uno empieza a conocer cosas como las enfermedades del ganado: síntoma del deterioro de los sistemas ecológicos globales y de la incapacidad de mantener una industria agraria que ha pervertido las prácticas tradicionales y sostenibles. Más de una, y dos y tres veces se han sacrificado todos los animales de todas las granjas de una región entera. No hablamos de miles, sino de varios millones de animales sacrificados.
Exxon Valdes, Kuwait, El Prestige y ahora Deepwater Horizon. Traduzco de The Guardian:
Jackye Carroll salio temprano esta mañana para pasear alrededor de su casa en Pass Christian, Mississippi, cuando percibió algo extraño. El sol apenas había salido y la playa estaba magnífica, pero justo donde el mar lame el Golfo de México había una masa de carne gris-amarronada de apenas un metro de largo.
Se puso los guantes que llevaba consigo y giró el montón para descubrir que se trataba de una Loggerhead, una de las cinco especies de tortuga amenazadas de la región. La arena alrededor estaba manchada de rojo por la sangre de la nariz y por debajo de la barriga. Estaba muerta.
Con la ayuda de un vecino, y siguiendo las instrucciones dadas por las autoridades, trasladó el cuerpo de la tortuga hacia la parte superior de la playa, dejándola al lado de un poste de madera donde aún se la podía ver horas más tarde, cuando ya empezaba a oler bajo el espeso calor del Mississippi. "He vivido aquí durante 20 años y nunca antes había visto una tortuga muerta" dice Carroll.
A lo largo de la costa, y de sus 41 km de playas, los vecinos han estado avisando de estas misteriosas visiones en estos dos últimos días. Esta mañana, ocho tortugas marinas han aparecido muertas en Pass Christian, además de las nueve de ayer, cosa que lleva a 31 el número de tortugas muertas en la región.
Lo mismo alguna de las tortugas de la foto de abajo ya está muerta. En ese caso, Descanse En Paz.
Creo que se puede decir que ahora sí que la hemos cagado...
ReplyDeletePrecioso el relato...
ReplyDeleteEl relato me quitó el sueño a mi mismo.
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