Saturday, June 12, 2010

Expediciones oceanográficas: Mal tiempo

Dicen los americanos que “no good deed goes unpunished”, algo así como “ninguna buena acción se salva del castigo”. El foro de debate francés Grenelle de La Mer (si vuestro diccionario de francés tiene la traducción de Grenelle, admiradlo, porque esta es una palabra que hasta hace un par de años poca gente utilizaba, y se refiere a una localidad alrededor de París) tiene, como motivación final, el deseo de preservar el planeta para las futuras generaciones mediante, entre otros, la protección del medio ambiente y la biodiversidad, el combate contra el calentamiento global, el desarrollo sostenible y una gestión energética más racional. Una de sus facetas más espectaculares era el estudio de campo a realizar por la goleta La Boudeuse (La enfurruñada) en su vuelta al mundo durante dos años en la llamada misión Terre-Océan.


Esta misión, reflejo de la misión de La Boudeuse original, que dio la vuelta al mundo entre 1766 y 1769, intentaba (más allá de los estudios científicos propuestos) aumentar la toma de consciencia pública sobre los riesgos medioambientales. El barco, una magnífica goleta de 42 metros construida en 1916 (el original fue desmontado en 1800 para leña durante el bloqueo de Malta por portugueses e ingleses – qué apropiado para un blog sobre inseguridad energética). Durante meses, se hizo publicidad de esta expedición, financiada, entre otros, por el Ministerio de Desarrollo sostenible, Electricité de France (EDF), Caisse des Dépôts, y BNP Paribas. El 3 de febrero de 2010 zarpó de Kourou, en la Guayana Francesa, rumbo sur y cargado de geógrafos, biólogos, botánicos, etnobotánicos, entomólogos, ictiólogos, geólogos y geomorfólogos.


El 1 de Junio de 2010, el capitán de La Boudeuse, Patrice Franceschi, anunció el fin de la misión por falta de presupuesto. La vuelta al mundo se detuvo en Caracas, Venezuela. De hecho, ya antes de su salida, el presupuesto se había agotado. “Tenemos una deuda de 400K€ y la ayuda de 500K€ prometida por el Ministerio del Desarrollo sostenible nunca llegó” denuncia Franceschi. La tripulación acusa al Ministerio de incumplimiento de sus responsabilidades financieras. El Ministerio lo desmiente, diciendo que no existe ningún documento en el que se le soliciten esos 500K€ y que ellos han proporcionado todo el soporte y apoyo de personal de la Marina Francesa (noticia en Libération ). La última entrada en el diario de abordo:
Las matemáticas contables, inexorables y, en su frialdad, implacables, han acabado por superarnos y de imponernos su yugo. Poner fin a la misión y vender la nave no son, en un cierto modo, una elección, sino una consecuencia.
El coste total de la misión era de 2.5 M€ para dos años. Parece ser que el dinero privado no ha sido el problema (A BNP Paribas no le va muy mal), pero sí que es verdad que la contribución asumida por el sector privado era bastante pequeña (entre 50K€ y 100K€) debido, según los organizadores, a la crisis económica. Así que parece ser que es el dinero público la razón de la cancelación de esta misión.


Para acabar, decir que la goleta zarpó de Venezuela el 2 de junio hacia la base naval Fort de France en la Martinica donde se ha puesto a la venta pagar las deudas. El precio de salida 2 M€. 

4 comments:

  1. Malos tiempos para la lírica... Desde luego, no es buen momento para embarcarse en megalómanas pretensiones de hacer expediciones para dar la vuelta al mundo, aunque sea con loables fines científicos y educativos. Para tomar nota.

    Salu2,

    Antonio

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  2. en mi opinión no tiene nada de megalómano. sin ánimo de despreciar nada, como diría cualquier director de pacotilla a mi alrededor.. 2,5M€ son peanuts (las empresas grandes gastan más en cualquier chorrada efímera).

    en fin, es excepcional que sólo con esa cantidad baste para una misión de ese calibre. es lamentable que por una cantidad relativamente pequeña no se pueda llevar a cabo.

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  3. dmc_runner, mi comentario es un guiño interno. Los que puedan entender, que lo entiendan ;)

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  4. Desde que vi el precio de venta de la nave (que seguro que es un farol para que el gobierno francés ponga el dinero sobre la mesa) que estoy convencido de que el ministerio de Ciencia e Innovación debería pujar por él. Los 2M€ no son nada comparados con los 22M€ que costó el último barco oceanográfico que ha construido españa (Sarmiento de Gamboa). Bueno, parte del coste se debe al instrumental. Pero veleros de estas características quedan pocos. Francia sólo tiene tres. Y de los tres, éste es el único capaz de dar la vuelta al mundo.

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