He puesto luces ecológicas en una habitación: no se ve nada. La otra noche entré a buscar algo en un cajón y casi cojo una linterna para poder verme. He probado también las luces a base de LEDS (se venden mucho me comenta la dependienta de la ferretería): aún se ve menos. Nunca nos dicen nada de esto los que nos incitan a cambiarnos las luces para salvar el planeta (por aquello de las emisiones de CO2). ¿No nos daba el gobierno una bombilla ecológica si íbamos a buscarla a correos? Hoy he leído en uno de esos diarios gratuitos que empieza el plan Renove que la Generalitat de Catalunya promueve para cambiar las ventanas de casa con el fin de ahorrar energía. La misma preocupación: reducir las emisiones.
Sigo pensando que es una verdad a medias. En el mismo artículo se desglosaba el origen de la energía utilizada en Catalunya. Casi la mitad, el 48.2% procede del petróleo: Somos una sociedad petrolizada. El gas natural y la energía nuclear suman, combinadas, el 44.6%. Es decir, en el peor de los casos, puede que en 20 años perdamos la capacidad de producir el 92.8% de la energía que producimos ahora. De acuerdo, no todas las no-renovables desaparecerán. Con tal perdamos la nuclear (no se construyen más centrales nucleares) y un tercio del petróleo y gas natural, perderemos el 44% de la energía actual. ¿Crecimiento de las energías renovables? Hoy en día producen el 2.7% de la energía consumida en Catalunya. Un aumento de un orden de magnitud nos deja con el 27%, insuficiente para cubrir la pérdida que supone la desaparición de las no-renovables. Así que, con el paulatino encarecimiento y paulatina desaparición en los próximos 20 años de estas dos fuentes de energía, es probable que nos quedemos a dos luces: literal. Como cantaba Gardel, “que 20 años no son nada”. Yo aún no me habré jubilado. Así que hay que aplaudir y aprovechar las pocas iniciativas para reducir nuestro consumo. Pero que no nos engañen, ¡que ya tenemos una edad!
¿Qué haremos para vivir con una fracción de la energía que gastamos hoy en día? Mi hermana me dice que volveremos a la edad media. Un compañero mío, Antonio, siempre comenta que vamos directos a Mad Max. Yo, optimista como soy, digo que volveremos a vivir como hacíamos en los años 70. Una nevera discreta pero de eficiencia energética AAAAAAA, una sola tele por familia (y no de plasma que gasta mucho). Un solo coche. Vacaciones en Font-Romeu o Bourg-Madame con suerte. Viaje de novios a las Islas Canarias. Y unas tenues luces generales a base de LEDS que requerirán de una lámpara de sobremesa para poder leer un viejo libro en papel, porque recargar la batería del libro electrónico nos costará más de 10€.