Saturday, March 27, 2010

¿Donde está mi coche volador?

"Where is my flying car?" es la broma habitual de aquellos que quieren poner de manifiesto el fracaso de la tecnología actual a la hora de hacer realidad las promesas de las visiones futurísticas que se hicieron a mediados y finales del siglo anterior. En el caso del coche volador no es que no lo hayan intentado: Han habido 104 intentos de coches voladores desde 1917, pero ninguno ha sido exitoso (ver aquí). Por otra parte Arthur C. Clark, que en 1945 propuso los sistemas de comunicación vía satélites, profetizó que los humanos tendríamos colonias en la Luna hacia el año 2001. Y, si bien todos los sistemas de control de comunicaciones, trafico, o complejos industriales tienen una fuerte componente informática, a H.A.L. ni se le espera.

Leyendo el libro
Peak Everything (Waking up to the Century of Decline in Earth's resources) de Richard Heinberg, me he enterado del estudio de J. Huebner de 2005 "A possible declining trend for World innovation", publicado en la revista Technological Forecasting and Social Change en 2005. Una copia puede leerse aquí. Los dos primeros párrafos de dicho artículo nos dicen:

"Existe un consenso generalizado de que la tecnología avanza a un ritmo exponencial y de que dicho avance seguirá hasta bien entrado un futuro distante. La hipótesis básica detrás de este punto de vista es que no hay un límite al avance tecnológico y, si lo hubiera, aún estaríamos lejos de alcanzarlo. La evolución de la innovación tecnológica desde el Renacimiento hasta nuestros días se examina aquí, proporcionando pruebas de que estamos más cerca de un límite tecnológico de lo que la gente supone.

Hay dos factores que limitan el avance tecnológico. El primero es el factor físico relacionado con las leyes de la física como, por ejemplo, la imposibilidad de crear una máquina del movimiento perpetuo. El segundo factor es el económico: aunque es posible excavar un canal desde el océano Pacífico hasta el océano Atlántico cruzando los Estados Unidos de costa a costa, no es económicamente realizable. Este artículo se centra en el factor económico, ya que éste se va manifestar mucho antes que el físico."


Vamos, que según J. Huebner nos dirigimos a un
Querer pero no Poder a escala planetaria. Una situación a la que no nos hemos encontrado antes en ningún otro periodo de la historia humana. El resultado más espectacular de Huebner es la gráfica de la evolución del número de avances tecnológicos de importancia divididos por la población mundial. Utilizando el catálogo de 8583 avances tecnológicos recopilados por otros autores, el resultado es el que muestra la gráfica: el cenit de los avances tecnológicos tuvo lugar en ... ¡ 1873 ! Desde entonces el ritmo de avances tecnológicos ha disminuido desde entonces y el ritmo actual de evolución tecnológica es similar al del siglo XVII.Por supuesto que esto no significa que tengamos una tecnología comparable a la del Renacimiento, ya que lo que aquí cuenta es la suma acumulada y no el valor instantáneo. Sin embargo, sí que es importante el concienciarse que los avances tecnológicos son mucho menores de lo que nos hacen creer y que nunca tendremos un coche volador. Ya que cualquier prototipo de los que existen o existirán serán demasiado caros y, por otra parte, la energía necesaria para hacerlos volar será accesible sólo para una pequeña minoría de multimillonarios.

Lo último sirve para enlazar con el tema de este blog: el cenit de la producción de petróleo. Para todos aquellos que contestáis que "seguro que se inventan algo para sustituir el petróleo": Y tanto que lo intentan ... ¡ pero no llegan !

Por cierto, cuando yo era joven, no se veía por ninguna parte el ahora famoso "I+D". No se consideraba la necesidad de potenciarlo: ¡ se le suponía sin más ! Así que un termómetro de la exasperación de nuestros gobernantes podría ser el número de letras de esa expresión. Ya vamos por el "I+D+i". ¿Cuál seguirá? ¿La "s" se "sostenible, la "m" de "motivación" o la "c" de "comestible"?

Y si se me permite una nota pesimista: la escasez y encarecimiento de materias primas y de combustible propiciará la pérdida de algunas ramas de la tecnología. Por ejemplo, la escasez de 3He puede suponer que aplicaciones de la nanotecnología sean inaccesibles en un futuro próximo.

4 comments:

  1. Hombre, Quim, poco a poco te vas deslizando hacia el "pesimismo" característico mío (bueno, ya se sabe que un pesimista es un optimista bien informado). En poco espero hacer un post sobre los informes de Jack Lipton sobre la escasez de las tierras raras. Un artículo reciente sobre el tema se titula "Consumerism is doomed". En Financial Times, si no recuerdo mal. Y en suma, no va a haber una solución tecno-optimista, la tecnología está decayendo también, por falta de recursos y capital. Cuando antes lo entendamos, mejor nos irá.

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  2. Ejem, mi mujer se dejó la cuenta abierta en mi ordenador y es por ello que por error el comentario anterior sale publicado con su perfil. No es que me haya cambiado de sexo...

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  3. Casualitats de la vida, la setmana em van passar aquest retall:

    TECNOLOGÍA / Diseños futuristas

    EL DESPEGUE DE LA MOTO VOLADORA

    http://www.elmundo.es/papel/2010/03/21/eureka/23227926.html

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  4. Ramonet, gràcies pel link. Ha ha ha: Sembla sortit d'uns d'aquells episodis dels "Supersónicos" de Hanna-Barbera. Aixó si, el detall d'un kit que t'has de muntar a casa és el somni dels que es modifiquen els cotxes i les motos. Cercant a la web el "Switchblade" es veu un vehicle molt sofiscat que té alguna semblança amb alguns ultralleugers. Bromes a part, és probable que algún dia un vehicle semblant s'enlairi des d'algún aeroport, ja que aquest tipus de vehicle és molt més econòmic que molts vehicles aeris d'ús privat: helicòpters o jets.

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